martes, 6 de agosto de 2013

Semana de la lactancia materna...mi experiencia y mi consejo...

Habiendo quedado embarazada, empecé  a pensar en varias cosas relacionadas al hecho de tener un bebé. Esas cosas que una piensa pero no las piensa realmente hasta que no le toca.
Una de ellas fue la lactancia. Estaba convencidísima de que iba a dar la teta. Aunque desconocía el tema totalmente estaba segura de que era lo mejor para mi hijo. Luego me enteré de los beneficios para la madre también. Y lo importante que era para conectar con el bebé.
Lo que no sabía, era que iba a tener sus detalles, esto de amamantar. Detalles que nadie me aclaró y que voy descubriendo ahora, que ya no amamanto a mi hijo.
Creo que hay (en eso momento creo que más aún) mucha desinformación y prejuicios al respecto.
Mi experiencia fue buena pero demasiado corta para mi gusto. Y aquí comienzan las faltas de conocimiento y mitos alrededor de dar la teta.
Mi hijo fue grande, pesó 4,345 kg. Nació por cesárea (ya contaré más sobre el porqué en otra entrada). Lo puse en la teta a los 15 o 20 minutos de haber nacido (ese es el tiempo que yo calculé). Se prendió enseguida. La primer noche durmió perfectamente. Pero al día siguiente parecía no bastarle con lo que yo le daba. Las puericulturas no eran muy precisas. "Dale a demanda, cuando pida". "Dale de un lado y del otro y dejá pasar 2 horas para que vuelvas a producir leche". Bien. Como buena madre primeriza seguí sus instrucciones. Pero la segunda noche Manuel lloraba y lloraba sin parar. Había pasado todo el día de teta en teta y ya no daba más. Ahí creo que cometimos el primer error. Pedimos fórmula. Creía que mi leche no era suficiente. Claro, era lo primero, el calostro, todavía no había bajado leche. Nos fuimos con el alta y la sentencia "Le van a dar fórmula no? Y si...Manuel se acostumbró y aunque seguí dándole la teta en todo momento, llegó un momento que la formula pudo más.
Yo creo que me equivoqué. Manuel tomó teta hasta los 4 meses nomás (hubiese preferido darle 2 meses más al menos). A sus 4 meses me operaron de vesícula y entre el dolor y el postoperatorio y la mamadera, se termino la lactancia.
Debo decir que sigo pensando igual que antes. La teta es lo más importante para nuestros bebés. El amor y el mimo que damos cuando damos la teta, más aún. Me hubiese gustado saber más, usar otras técnicas, hablar con "la tribu" en ese momento (llegué tarde, ya les contaré más).
Me consuela saber que le di la teta a mi bebé y que hoy en día apoyo a las madres recientes y les digo "dale la teta, todo lo que más puedas, no te rindas. Es lo mejor!"
En esta, la semana de lactancia materna, les dejo mi experiencia y mi reflexión.
La teta es lo más importante. Lo mejor. Informemos e informémonos al respecto. Hay muchas cosas que saber. Posturas, tiempos, pero sobre todo mucha paciencia. Y amor. Que como siempre, es lo mejor que podemos darle a nuestros retoños :)

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